Hasta la castañada, los días son abrumadoramente laboriosos y cargados de responsabilidades. Luchamos por reubicarnos en el día a día después del verano y no lo logramos hasta la castañada, que nos regala sus aromas a frutos terrosos, marrones y anaranjados, y nos reconcilia con la llegada del invierno. La castañada es propiamente una fiesta para vivir en los pueblos, y quien no lo tenga tiene que buscarse uno que le conecte con las tradiciones.
Si estás en Catalunya o si piensas visitarla entre el 24 de octubre y el 9 de noviembre y tienes aún que elegir dónde pasar en familia vuestra castañada, vamos a sugerirte los Vilars Rurals. Son pueblos convertidos por entero en hoteles rurales familiares, y puedes elegir entre el que se ubica en Cardona (Barcelona), en Arnes (Tarragona) y Sant Hilari (Girona), en el paisaje que más te apetezca para pasar dos días de plena naturaleza.
Los tres se sitúan en áreas especialmente interesantes por su entorno y su cultura, y apuestan por un trato amigable y cercano, una gastronomía de la zona y unas instalaciones que van más allá de la diversión para acercar el mundo rural a las familias, y especialmente a los niños. Por ello sus pueblos tienen masías, plaza principal donde hacer vida en común, huerto y granja en los que ayudar en sus labores diarias, más diversas instalaciones y actividades infantiles. Y tienen el sello Vilars Baby friendly que asegura que encontrarás todo lo que necesitas para viajar con tu bebé, sin necesidad de que tengas que llevarlo: cunas, tronas, bañerita, calienta-biberones y Kit de Bienvenida con babero y cucharita para papillas.
Los fines de semana de la castañada te invitan pues a ir de excursión a buscar castañas y después… ¡a asarlas! Y también a hacer panellets y productos de temporada en los talleres, que serán una delicia para los sentidos de invierno. Acompañados de cálidas ofertas familiares para el fin de semana.