Vacaciones de verano en un castillo medieval
Este verano no os podéis perder La Alberca (Salamanca), un lugar repleto de aventuras y experiencias, empezando con una singular estancia con niños en un hotel medieval en la naturaleza.
El pueblo de La Alberca está situado en el centro de la Sierra de Francia, a 1.048 metros de altitud. Desde 1.940, ostenta el título de Conjunto Histórico-Artístico por la originalidad de su arquitectura tradicional y el notable interés de sus fiestas populares y religiosas. Al patrimonio cultural hay que añadir la riqueza natural del Valle de las Batuecas con sus pinturas rupestres y la Peña de Francia.
La cultura y tradiciones de la zona son un aspecto importante que enriquece la visita a cualquiera de sus pueblos. Los productos artesanales de su gastronomía como la miel, las típicas obleas, su selecto embutido ibérico y sus vinos son el deleite de los amantes de la comida.
Un destino ideal para vuestras próximas vacaciones con niños. Un verano para hacer senderismo y descubrir las maravillas naturales de Sierra de Francia y el Parque Natural de las Batuecas, rutas en quads para explorar los parajes naturales más inhóspitos de la zona, rutas en bici y paseos en caballo para toda la familia, paseos en catamarán y descensos en canoa navegando por los meandros del río Alagón y visitar las ganadería para vivir en mundo rural del lugar. Estas son sólo algunas de las muchas actividades en familia que podréis hacer.
Y como decíamos al inicio, para alojarse con toda la familia os proponemos un hotel medieval en la naturaleza.
La Abadía de los Templarios es un impresionante complejo turístico integrado en 100.000 m2 de naturaleza y rodeado por la Sierra de Francia y el Parque Natural de las Batuecas. Cuenta con unas completas instalaciones que hacen de este idílico lugar el marco perfecto para disfrutar del turismo familiar.
El diseño del recinto combina el estilo medieval con todos los cánones de la tradicional arquitectura de La Alberca. Los maestros artesanos de la zona llevan una década dejando su impronta construyendo con materiales autóctonos como la piedra de granito, la madera, la forja, vidrieras, ladrillo rústico, cales y pigmentos. Podréis contemplar esta típica arquitectura de la zona en las bóvedas, torres, vidrieras, bordados y artesonados del hotel. En contraste con ello, os veréis gratamente sorprendidos con la decoración modernista y acogedora de las habitaciones familiares.
Además, podréis disfrutar de todo tipo de actividades en sus jardines y entorno cercano. Desde senderismo, hasta rutas en quads, bicicleta, paseos a caballo, una gincana, y mucho más. También podréis disfrutar de deportes como tenis o tiro con arco. ¡Para todos los gustos!
¡Unas vacaciones para no perdérselas!
27 personas lo han visto, 1 hoy