Desde 2003 Salamanca se ha ganado el título de Semana Santa de Interés Turístico Internacional por su esfuerzo artístico por dar cuerpo a la imaginería religiosa, que da sus fervorosos pasos en el famoso centro urbano monumental. Más de 9.000 cofrades portan tallas del siglo XV y recorren espectacularmente la ciudad, especialmente por las noches, en que aparecen silueteadas las catedrales, clerecía, la fachada plateresca de la universidad, la Plaza Mayor, el convento de San Esteban o el Puente Romano.
Suenan además por estas fechas misereres en el Teatro Liceo, misas y los acompañamientos musicales de las procesiones de Semana Santa. La de la Procesión popular de la Virgen Dolorosa de la Vera Cruz y el Traslado popular del Cristo de la Liberación, del 27 de marzo (2015), la de la Procesión de «La Borriquilla» o la Procesión Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras y María Santísima de la Caridad y del Consuelo del día 29…
No te faltará tu hotel familiar para pasar unos días en Salamanca: el Abba Fonseca, un hotel contemporáneo tras una fachada tradicional, en el centro de la ciudad –de hecho, ofrece buenas vistas sobre la catedral-. Te van a gustar sus alegres habitaciones en que no pagas por el alojamiento de 1 hijo menor de 2 años en cuna y 1 menor de 11, o con un precio especial si es mayor de esta edad.
Vas a disfrutar de la comida castellana en su restaurante La Abbadía. Vas a sentirte muy cómodo y acogido con su desayuno buffet, gimnasio con pequeño spa, sauna y bañera de hidromasaje, para relajarse, su bar y terraza para tomar algo, con algo más de silencio del que encontrarás estos días de Semana Santa por las calles de Salamanca.