Recógete en verano en Roses
¿Has estado alguna vez en Roses? Los franceses la adoran porque tiene de todo: un pueblo con canales navegables, tipo Miami, para los locos por los barcos. Numerosas escuelas y servicios de alquiler de barcos para disfrutar de su preciosa y gigantesca bahía, de la que Roses ocupa uno de sus extremos. También de kayak, porque a partir de Roses, todo se vuelve braves calas de aguas verdes a las que es difícil acceder y que son maravillosas áreas de buceo. Y un impresionante acantilado, el Cap de Creus, en el que hacer numerosas rutas e incluso quedarse a dormir por el camino (para los más aventureros). Por cierto aquí empieza la parte catalana del Camino de Santiago.
Tiene buenos hoteles, no muy grandes, familiares y tranquilos, a pie del paseo Marítimo y de la playa, con árboles y zonas verdes, piscinas, restaurantes sobre el mar, cómodos y coquetos.
Buenos restaurantes, terrazas bien surtidas en las que disfrutar de la vida de playa, que por cierto son varias y variadas. Y al sur, las marismas de Empuriabrava, una zona natural protegida en la que vivir a tope la naturaleza y su fauna.
El Monterrey es la opción que te destacamos hoy, por su sencillo ambiente familiar y porque aloja gratis a 1 hijo menor de 2 años. Está en primera línea de playa pero también te ofrece su piscina para disfrutar del verano. Y su buen restaurante mediterráneo. Cerca del hotel hay un parque de actividades infantiles con mini golf y castillos inflables, para distraer a los peques por las tardes. Aunque el paseo Marítimo, la playa y el hotel se llenan de niños con ganas de jugar con otros niños.
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