A orillas del río Ara (el último río virgen del Pirineo) a la sombra de la impresionante Sierra de Canciás y a unos escasos 15 kilómetros, del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se encuentra un precioso camping familiar, El Jabalí Blanco.
Este cómodo resort es ideal para tener acceso a las diferentes excursiones con niños a los sectores del Valle de Ordesa, el Cañón de Añisclo, el Valle de Pineta,las Gargantas de Escuaín, las Gradas de Soaso y las Cascadas en el bosque de Ordesa y el Cañón de Añisclo. Todo el Pirineo aragonés a vuestra disposición para explorarlo con la familia.
Te ofrecen cancelación gratuita con la devolución del 100% para tu próxima reserva, sin compromisos, siempre y cuando les avises con 5 días de antelación.
Además, te dan la posibilidad de modificar las fechas de entrada y salida, teniendo en cuenta que los cambios en las reservas estarán sujetos a disponibilidad.
La localización del camping El Jabalí Blanco, enclavada en este fantástico entorno natural, es idónea para realizar todo tipo de excursiones y actividades al aire libre: senderismo en familia, gracias a la gran variedad de caminos con diferentes grados de dificultad para todas las edades, la práctica de deportes de aventura como el rafting o barranquismo y vías ferratas, geoturismo, BTT, la micología gracias a la posibilidad de recolección de setas en nuestros montes o la pesca.
Infórmate en la web oficial del Camping El Jabalí Blanco sobre los descuentos especiales para familias numerosas, grupos y multi-actividades de día completo!
Todo esto, rodeados por un conjunto de paisajes excepcionales, con una extraordinaria riqueza de flora y fauna, donde podréis descubrir animales como la marmota, el sarrio o el quebrantahuesos. Una súper experiencia si viajáis a la zona con niños.
Un mundo todavía rural, de verdes prados salpicados con las ‘bordas’ (casas de labor) en piedra y una amplia representación de la arquitectura tradicional pirenaica en pueblos que conservan algunas de las casas fuertes, con sus torreones defensivos, la mayoría del siglo XVI.
Realmente, todo un micromundo digno para ser descubierto en vuestra próxima escapada a la montaña con niños.