La fiesta que ha hecho a Pamplona tan famosa empieza en julio pero los preparativos para los Sanfermines están ya en su punto álgido. Vale la pena visitar Pamplona en mayo y junio porque ya empieza a vivirse el ambiente taurino en sus calles, y porque sus tapas son tan increíblemente buenas como siempre. Mayo y junio son, además, buenos meses para pasear, entre el agradable calor del mediodía y el fresco de la noche. Y si el hotel te ofrece un 10 % de descuento por ser primavera al reservar desde su web, pues mejor que mejor.
Al hotel Maisonnave le va la integración con su entorno y las buenas vistas al centro histórico. Confortablemente cálido en su interior, le gusta jugar con los materiales nobles que lo rodean en la calle Nueva, a pocos metros del Ayuntamiento. De 4 estrellas desde 2013 en que acometió una enorme remodelación, adora los colores y el buen servicio, las familias y los viajeros por negocios.
Dispone de habitaciones familiares con televisión plana y wifi gratis, Junior Suites con 2 televisores, sofá y vistas a los tejados de las antiguas casas de Pamplona, habitaciones triples y adaptadas. Puedes alojarte en ellas sin pagar por 1 hijo menor de 12 años y 1 hijo menor de 2 años, disfrutar de su sauna y su gimnasio y de su cocina de autor, el restaurante Ansoleaga. El hotel es además una de las posadas del Camino de Santiago.
Te proponemos que realices la ruta por el recorrido del encierro. La pendiente entre los corrales y la Plaza Consistorial, donde San Fermín se vuelve más peligroso, la doble curva de Plaza del Ayuntamiento-Mercaderes, que muchos corredores aprovechan para refugiarse, la famosa curva de Estafeta en la que resbalan muchos toros, la Bajada de Javier-Telefónica donde a veces quedan peligrosos toros sueltos, el callejón hasta la Plaza de Toros en forma de embudo, muy temido porque suelen amontonarse las personas, y acabar en la plaza, tan protagonista de la cultura navarra. Emociónate en primavera con Pamplona.