Un oasis de ocio y relax a pie de playa, así se define el Iberostar Club Cala Barca, en Mallorca. Desde las 11 de la mañana hasta la 1 de la madrugada, en sus impresionantes piscinas y solariums puedes pasar de los zumos naturales de la mañana, a la excelente gastronomía mediterránea de ensaladas, pasta fresca, arroces y paellas, carnes, mariscos y pescados, la sensual llegada de la música con la puesta de sol y un buen cóctel, la cena romántica, las copas de la noche… Alternando con las actividades del StarAction, el club deportivo que te introduce en todo tipo de deportes marinos y de aventura.
La zona del hotel se extiende a lo largo de 72.500 m², repartidos entre el establecimiento y espacios verdes que añaden el mediterráneo aroma a pino al del mar. Puedes permanecer aquí muchos días porque tienes todo lo necesario, especialmente cuidado para que te sientas exactamente como deseabas cuando elegiste este blanco hotel mallorquín. Pero es que se encuentra en una cala hermosa, en pleno Parque Natural de Mondragó, rodeado de playas, calas y montañas. Es un lugar exquisito.
Sus habitaciones han sido reformadas y adaptadas a las necesidades familiares con nevera y microondas, algunas de ellas además adaptadas para personas con discapacidad, otras tienen sala de estar o son apartamentos con cocina. Están decoradas con colores vivos, y mira qué interesante: puedes alojarte sin pagar por 1 hijo menor de 2 años y 2 más menores de 6 años. ¡Esto es cuidar a las familias!
El hotel dispone de una escuela de buceo, uno de los grandes atractivos de la isla, dadas sus aguas tranquilas y cristalinas. La tierra bajo el mar te deslumbrará con sus cuevas y acantilados, barcos hundidos, praderas de Posidonia, blancos arenales y un sinnúmero de meros, morenas, congrios, pulpos… Puedes realizar el bautismo de buceo o practicar snorkeling, para disfrutar de Mallorca por encima y por debajo del mar.