Muchas veces es difícil organizar una escapada de fin de semana o unas pequeñas vacaciones en las que los niños no se aburran de hacer turismo con nosotros. “¿Falta mucho?”, “estoy cansado de andar”, “esto es un rollo”… Seguro que todas esas coletillas os suenan, pero con estos destinos de cuento, ellos quedarán tan encantados como vosotros.
Castillo de Butrón (Vizcaya)
Rodeado de un bosque centenario, esta edificación medieval completa uno de los paisajes más increíbles de Vizcaya con los que tus hijos se sentirán dentro de alguna de sus películas. Aprovecha para visitar ciudades como Bilbao, Guecho o Santurce, y alojáos a tan solo 10 minutos del castillo en la Casa Rural Eguzkilore. Un tradicional caserón vasco donde tus hijos podrán corretear por sus amplios jardines y practicar deporte en su cancha de fútbol/voleibol.
Parque Güell (Barcelona)
Este parque público barcelonés parece sacado literalmente de un cuento; de uno muy colorido y creativo. Desde él, podréis disfrutar de una de las vistas más bellas de la capital catalana. Además, en la ciudad condal hay muchas actividades y lugares para recorrer junto a tus pequeños. Como se trata de una de las ciudades más cosmopolitas de Europa, quizás quieras hacer turismo por la mañana y, por la tarde, darte un baño y descansar en un lugar algo más retirado de la ciudad: la Masia Can Canyes es, sin duda, un lugar más que ideal para ello.
Palacio Real de Olite (Olite, Navarra)
Este otro palacio bien podría pertenecer a una princesa de Disney. Pero no, se trata de una construcción del siglo XIII que fue sede del rey de Navarra Carlos III. Además, el Ayuntamiento de Olite organiza actividades y visitas especiales enfocadas a niños. A unos pasos andando, podréis descansar con vistas a este increíble palacio en Casa Ollaga. Un lugar situado estratégicamente en el centro del pueblo, para que puedas descansar y tener todas las comodidades a tu alcance.
Aranjuez (Madrid)
Quizás te sorprenda, pero este municipio madrileño fue declarado en 2001 Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y es que sus paisajes parecen sacados del mejor de los cuentos. No es para menos, pues Aranjuez fue un lugar de nobles y monarcas durante el siglo XVIII. Cuenta con unos majestuosos jardines por los que podréis pasear mientras disfrutáis de las vistas de sus estatuas, lagos y templetes. Visitar el Palacio Real, el museo de Falúas reales, la Casa del Labrador o montar en el tren de la fresa pueden ser actividades realmente interesantes para pasar una jornada increíble antes de parar a descansar en Villa Aranjuez. Un finca impresionante en las afueras de Aranjuez donde disfrutar de la tranquilidad después de descubrir todas estas maravillas.