Y nos vamos ahora a Girona con niños, un lugar estupendo para combinar cultura con callejuelas divertidas, maravillas históricas y una comida para chuparse los dedos. En Girona vais a poder adentraros en el barrio judío y sus retorcidas calles llenas de tiendas de lo más interesante. En baños árabes. En una catedral con las escalinatas más largas que verás alguna vez. ¡A ver si tus hijos consiguen subirlas sin rechistar!
No dejes además de visitar alguna librería infantil o tienda en que se vendan sus catálogos históricos y cuentos infantiles repletos de dragones y sant jordis, el valeroso caballero que mató al dragón y salvó a la princesa, quien le entregó una rosa a cambio. Una gesta que se conmemora cada 23 de abril en Cataluña, regalándose un libro y una rosa las parejas. Imprescindible también el museo del Cine. O pasear por la ciudad, cruzar sus puentes, probar sus pastelerías y elegir un buen restaurante para comer.
La provincia de Girona es tan rica en emociones que lo recomendable es alternar la visita a la ciudad con alguna otra de sus zonas, ¡especialmente la Costa Brava, claro! Para ello es una buena opción alojarse en el Novotel Girona, a 3 minutos del aeropuerto y 12 kilómetros del centro de la ciudad. Llegas a él y aparcas sin problemas, y ya estás situado a pie de carretera, para continuar tu ruta vayas donde vayas. Si vienes en avión, te van a buscar al aeropuerto. Y cuenta con todo lo necesario para que estés a gusto: bar y restaurante, terraza, piscina y zona infantil de juegos. Además, y fíjate qué interesante propuesta, 2 hijos menores de 16 años se alojan gratis. Con la Oferta Family puedes reservar una segunda habitación comunicada a la mitad de lo que cuesta la tuya. Y los niños no pagan el desayuno.
Lo que te va a costar más es decidirte qué elegir de todo lo que te ofrece Girona: caminos de ronda sobre el mar que comunican las calas de la Costa Brava, el museo de Dalí o el castillo de su mujer, Gala, repletos de la más desbocada imaginación, sus pueblos de piedra, su oferta deportiva, los kilómetros y kilómetros de montaña, balnearios, el lago de Banyoles… Claro que si decides repetir y repetir, en Novotel tienes tu refugio de viajero.