L’Estartit es una zona especial de la Costa Brava porque es totalmente plana. Situada en un extremo de la enorme bahía de la desembocadura del río Ter, forma un triángulo con el otro extremo (en que se inician las famosas calas de Begur) y con el turístico pueblo de Pals, ya en el interior, que se puede recorrer en bicicleta o caminando, descubriendo múltiples parajes singulares.
Toda la bahía es una inmensa huerta con buenos frutales (los melocotones de Torroella de Mongrí tienen especial fama) y manzanos. Pero también, por lo que es muy conocida, de arrozales. Encontraréis un molino de arroz, coquetos turismos rurales y restaurantes como el breve y oculto tras un jardín de bambú Comedor verdor. Granjas con caballos y animales y grandes casas de veraneo (los Massos de Pals os dejarán impresionados), campings, dunas, la ribera del Ter… Y una larguísima playa que en l’Estartit es especialmente familiar porque permite caminar sin hundirse en el agua un largo trecho, junto a la de la desembocadura, que es salvaje y nudista, y en el extremo de Pals, pura Costa Brava.
La zona es especialmente idónea para navegar y practicar submarinismo, por ello los principales hoteles familiares de l’Estartit lo ofrecen. En el Panorama Estartit verás colgando de la mayoría de sus balcones trajes de bucear, y lo verás desde la playa, pues está situado en primera línea de mar. Efectivamente, puedes iniciarte o contratar inmersiones en su centro de buceo, aunque su piscina es tan impresionante que quizás te quedes tranquilamente en ella. Especialmente las noches de verano, que te ofrecen chill out, música relajante y cócteles.
El hotel os ofrece también su parque infantil junto a la terraza, área de bicicletas, gimnasio y bolera (abierta todo el año), y restaurante buffet. Más la gratuidad para el alojamiento de 1 hijo menor de 2 años. El Mediterráneo y las islas Medes, al frente. Día y noche.