En verano la bicicleta y en invierno los esquíes, el Hotel Park de Puigcerdà incluye en sus instalaciones un taller para que te lances a tope con tu deporte preferido, con la más alta exigencia. Es un hotel diseñado para los que quieren pasar unos días en la Cerdanya no como turistas sino como plenos conocedores de la zona, dispuestos a explorar todos sus caminos y pistas y zonas vírgenes. Todo lo que han montado, lo han hecho a conciencia.
Ya te hemos hablado del taller. Pero si vamos a la piscina, verás que tiene una estudiada zona de hamacas para que te relajes con el sol y las vistas de montaña junto a la piscina, rodeado de un enorme jardín que te acompaña sonoramente. Si el día no es bueno o empieza a refrescar, puedes relajarte en su Spa con sauna, jacuzzi, baño de vapor y cabina de estética. Como buen hotel de montaña, ha hecho especialmente acogedores los salones para la lectura con chimenea, la sala de TV, la de juegos y el salón de bridge.
Los niños tienen su propia sala de juegos y parque infantil, además del jardín y la piscina. Y los menores de 2 años se alojan gratis en las habitaciones de este hotel a las que no falta la terraza con vistas a la Tossa d’Alp y el Cadí, como tiene que ser. Tienes triples y familiares, de 4 camas, en las que la madera es la protagonista.
El restaurante se encarga de mantenerte tan conectado con el entorno como el hotel, con la buena cocina de la Cerdanya y una alta calidad. En el mismo establecimiento se encuentra la Oficina de información turística de la zona, por lo que sólo tienes que acercarte cada día para plantearte nuevos retos. Disfruta pues todo lo que queda del verano en la montaña.